- Porque tener paneles solares está muy bien, pero ¿De qué sirven si tu explotación necesita energía cuando no hay sol? La respuesta la hemos encontrado junto a cientos de agricultores y ganaderos que ya están disfrutando de algo que cambia las reglas del juego, las baterías solares.
- En AMB Green Power escuchamos las preocupaciones de gente como tú. Y sabemos que no buscas teoría ni palabras técnicas complicadas. Buscas soluciones reales para problemas reales. Así que vamos a contarte, con ejemplos que seguro reconocerás, cómo el almacenamiento de energía puede cambiar la forma en que gestionas tu explotación.
¿Todavía no tienes tu planta de autoconsumo?
Integración de baterías para uso nocturno o días, muy nublados
¿Recuerdas cuando instalaste las placas solares? Seguro que los primeros días estabas pendiente de cuánta energía generaban. Y habrás notado que al mediodía, cuando el sol cae a plomo, produces muchísima más energía de la que necesitas. Pero luego, cuando llega la tarde-noche y toca encender toda la maquinaria de verdad, las placas ya no dan lo que necesitas.
Es como tener una cosecha abundante pero sin un lugar donde guardarla. La tienes que usar en el momento o se pierde. Frustrante, ¿verdad?
Pues aquí entran las baterías. Y no, no son esas baterías enormes y complicadas que te imaginas. La tecnología ha avanzado muchísimo en los últimos años. Ahora mismo, una batería moderna es un sistema compacto, silencioso y que no necesita que estés todo el día pendiente de él.
Así funciona en el día a día de tu explotación
Imagina un día cualquiera. Son las doce de la mañana, el sol brilla con fuerza y tus paneles están generando energía a tope. En ese momento, en tu explotación quizás solo está funcionando el sistema de ventilación de las naves y poco más. Toda esa energía extra, en lugar de perderse, se va almacenando en las baterías. Es como llenar un depósito de agua cuando llueve para tenerlo disponible en verano.
Llegan las siete de la tarde. Ya has terminado la jornada de trabajo en el campo y ahora toca poner en marcha los sistemas de refrigeración, iluminar las instalaciones, etc… Todo ese pico de consumo que antes te daba un susto en la factura de la luz, ahora lo cubres con la energía que guardaste en la batería durante el día. Las placas ya no están produciendo, pero tú sigues usando tu propia energía.
Y cuando amanece otra vez y las placas vuelven a generar, las baterías se recargan de nuevo. Es un ciclo que se repite día tras día, sin que tengas que hacer nada. El sistema trabaja solo, para ti.
¿Y qué pasa esos días que amanecen grises?
Aquí es donde mucha gente se echa las manos a la cabeza. «Claro, pero en invierno tenemos días nublados«. Pero déjame contarte algo que te va a tranquilizar.
Las placas solares no se apagan cuando hay nubes. Siguen generando energía, aunque sea menos. Pero si tienes baterías bien dimensionadas, esa reducción de producción no te afecta. Porque llegas al día nublado con las baterías cargadas de los días anteriores, y esa reserva te permite seguir funcionando con normalidad.
Hay explotaciones agrícolas en el norte de España, donde los días nublados son el pan de cada día, y te aseguro que están encantados con sus sistemas de almacenamiento. La clave está en dimensionar bien la instalación desde el principio. Y eso es justo lo que hacemos en AMB Green Power, estudiar tu caso concreto, tus patrones de consumo reales, y diseñar un sistema de autoconsumo solar fotovoltaico que funcione para ti. Con tu clima y tus necesidades.
Cada explotación es un mundo
No es lo mismo una granja avícola o de porcino que necesita energía constante todo el año, que una explotación de cultivo de regadío donde el consumo se dispara en primavera y verano y baja mucho en otoño e invierno. Por eso nunca te diremos «instala X kilovatios de baterías» sin conocer tu situación real.
En una granja, por ejemplo, donde el consumo es más o menos estable durante todo el año, el dimensionamiento es algo más sencillo. Necesitas baterías que cubran tu consumo nocturno y te den margen para esos días grises. Por lo general, con una capacidad de almacenamiento equivalente a tu consumo de 12-16 horas, es suficiente.
Pero si tienes una explotación de regadío, la cosa cambia. Ahí los consumos son brutales durante los meses de riego, pero el resto del año casi no consumes nada. En estos casos, no solemos instalar baterías, lo que hacemos es hibridar la energía solar fotovoltaica con otros sistemas de apoyo si hace falta.
La tecnología ha cambiado muchísimo
Hoy las baterías de litio son compactas, no necesitan mantenimiento, duran entre diez y quince años, y su eficiencia es altísima. Sí, en el momento de comprarlas son algo más caras que las de plomo, pero cuando haces números a largo plazo, salen mucho más rentables.
El miedo a quedarse sin energía
Cuando las baterías llegan a un nivel bajo, el sistema se conecta de forma automática a la red eléctrica (si la tienes) o arranca el generador de apoyo (si estás en una zona aislada). No te quedas colgado nunca.
De hecho, es más probable que sufras un corte de suministro de la red eléctrica por una tormenta o una avería, que quedarte sin energía con un buen sistema de placas y baterías. Nosotros mismos lo hemos vivido, llamadas de clientes durante apagones diciéndonos «En todo el pueblo se ha ido la luz, pero yo aquí sigo funcionando como si nada«. Esa tranquilidad no tiene precio.
Casos de uso y retorno sobre la inversión
Sabemos que cuando te planteas una inversión como esta, la gran pregunta siempre es la misma, «¿De verdad compensa?» Y la respuesta, en la mayoría de explotaciones agrícolas y ganaderas que apuestan por el almacenamiento solar, es sí. Y mucho más de lo que imaginaban al principio.
No hablamos solo de ahorro económico, que también. Hablamos de tranquilidad, estabilidad y autonomía. Porque cuando tienes un sistema fotovoltaico con baterías, dejas de depender por completo de los horarios del sol o de las subidas constantes del precio de la luz.
«Empiezas a tener el control de tu energía, y eso se nota cada día.»
La rentabilidad varía según el tipo de explotación, la potencia instalada o el consumo energético, pero lo que sí es común es que el ahorro empieza desde el primer día. En el sector agrícola/ganadero, el tiempo de amortización suele situarse entre los 4 y 6 años, dependiendo del tamaño del proyecto y de las necesidades de cada cliente.
En AMB Green Power vemos cómo quienes deciden dar el paso no solo reducen su factura eléctrica, sino que ganan libertad y previsión a largo plazo. Ya no hay sustos en la factura, ni incertidumbre cada vez que sube la energía, tampoco si se va la luz de la red electrica como ya paso este año 2025. Y eso, cuando gestionas una explotación que depende de la electricidad las 24 horas del día, vale mucho más que cualquier cifra.
El almacenamiento de energía es una inversión que se nota en la cuenta, sí, pero también en la manera de trabajar y de vivir el día a día en el campo.
Si quieres saber cuánto puedes ahorrar en tu explotación, si te gustaría que estudiáramos tu caso sin compromiso, o simplemente tienes dudas y quieres hablar con alguien que entienda tu situación, llámanos. Somos gente del sector, hablamos tu idioma, y lo único que queremos es ayudarte a que tu explotación sea más rentable y sostenible.
El almacenamiento de energía no es el futuro. Es el presente. Y está a tu alcance.
